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Proceso de inversión en el Tax Lease

Blog Proceso de inversión en el Tax Lease

En la actualidad, el Tax Lease es conocido como una estructura fiscal que, dotada de ciertas especialidades, la convierten en una inversión atractiva. Dicha figura trae su origen en la imperiosa necesidad de hacer competitivo al sector naval. Por eso en el Tax Lease al que se refiere este artículo el activo subyacente es un buque.

En primer lugar hay que explicar el proceso de inversión sucintamente. La inversión se realiza adquiriendo una participación en una Agrupación de Interés Económico (AIE) creada ad hoc. En muchos casos el montante de la inversión no baja del millón de euros, la rentabilidad nominal puede oscilar entre el 10 y el 12 y el plazo de la inversión suele ser aproximadamente 3 años.

Una cuestión que difiere sustancialmente de otro tipo de inversiones es que la aportación del capital no se lleva a cabo hasta el final del proceso. Sin embargo, el inversor disfruta de los rendimientos de su inversión desde la toma de participación en la AIE mediante una aportación simbólica.

La rentabilidad se conseguirá mediante la imputación de bases imponibles de la AIE, recibiendo flujos positivos vía ahorro fiscal. Por ello resulta crucial que el inversor disponga de bases imponibles suficientes para absorber los beneficios fiscales que se van a generar a lo largo del proceso de inversión, que se prolongará durante aproximadamente 3 ejercicios fiscales.

Por otra parte, en materia de riesgos las entidades financieras promotoras de la inversión realizan una labor de análisis muy estricta para asegurar la viabilidad de todo el proceso. A título enunciativo cabría hablar de los siguientes tipos de riesgos:

- Riesgos fiscales: cabe pensar que no pudieran aplicarse los incentivos fiscales esperados, pero resulta improbable si consideramos que las medidas fiscales son de aplicación general y aprobadas por Europa.
- Riesgos financieros: son los derivados del hecho de que finalmente no se entregue el buque. En este caso, se resolvería la estructura y, en consecuencia, el inversor no realizaría ningún desembolso. Recordemos que el montante importante de la inversión se realiza al final del proceso.
- Riesgos de explotación: son aquellos inherentes a la operativa del buque. Así pues, si surgen riesgos marítimos la AIE no tiene responsabilidad, siendo el armador el responsable. Aun así, tanto la AIE como los inversores están cubiertos por los seguros del armador. Y, finalmente, cabe hablar del riesgo de pérdida del buque por algún tipo de siniestro. No obstante, al armador se le exige que contrate un seguro de casco en el que la AIE suele estar designada como asegurada adicional y beneficiaria de las pólizas.

No cabe duda que una estructura Tax Lease no es asunto baladí y es imprescindible contar con el asesoramiento fiscal necesario para actuar con garantías. Así, como dice Antonio Aspas Romano, un destacado y experto gestor de activos: “nunca inviertas en algo que no entiendas”. Al hilo del mensaje que trasciende de dicha frase, resulta claro que invertir en una estructura Tax Lease comporta, por parte del inversor, realizar un estudio con la debida planificación fiscal. Eso le permitirá determinar la capacidad tributaria suficiente para asegurar la conveniencia de la inversión. También hay que señalar que las entidades financieras, promotoras en la mayoría de estos procesos, explican y aseguran todas las operaciones llevando de la mano al inversor desde el inicio hasta el final de la operación. Puedo constatarlo por mi participación en mesas redondas informativas organizadas por entidades financieras. De hecho, las propias entidades financieras que promueven la inversión actúan como partícipes de la AIE, ofreciendo más seguridad, si cabe, al proceso.

Cabe concluir que invertir en una estructura Tax Lease puede ser una buena decisión para sociedades con elevados beneficios, no solo por su rentabilidad, sino también por el riesgo asumible y el horizonte temporal de la inversión, que no es excesivamente largo. Conjuntamente, no debe olvidarse que el actual Tax Lease no presenta los riesgos ni las dificultades del sistema antiguo. Desde que se puso en práctica este nuevo sistema, en España se han perfeccionado 53 estructuras Tax Lease.

Francisco Arasteny Torregrosa
Economista
Socio Área Fiscal de Romá Bohorques Tax & Legal

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