María García Chanzá incide en la necesidad de analizar la estructura societaria antes de aplicar el beneficio fiscal del Patent Box
BlogEn una nueva jornada titulada "Claves prácticas para el aprovechamiento de los incentivos fiscales desde la generación a la valorización de la I+D+i", organizada por Incotec y APPI , nuestra socia del área Fiscal participó para explicar los beneficios de esta figura.
Actualmente, en plena era del conocimiento, la mayor parte del valor de las empresas no está en el producto en sí, ni tampoco en el capital físico, maquinaria o patrimonio, sino en lo intangible. Estos activos se configuran como factor clave de competitividad y crecimiento económico.
Los activos intangibles “cristalizan” la actividad innovadora y creadora de las empresas, abriendo un escenario de diferentes alternativas de puesta en uso y explotación de dichos activos.
En este contexto se sitúa la figura del Patent Box regulada en la Ley del Impuesto sobre Sociedades y que consiste la aplicación de una reducción en la Base Imponible del 60% de la renta positiva generada en la cesión o transmisión de dichos intangibles.
Durante la jornada "Claves prácticas para el aprovechamiento de los incentivos fiscales desde la generación a la valorización de la I+D+i" -organizada por Incotec y APPI en el Polígono Industrial Juan Carlos I de Almussafes- María García Chanzá, socia del área de Fiscalidad de Romá Bohorques Tax&Legal, expuso la necesidad de analizar la estructura societaria existente en el seno del grupo empresarial con carácter previo a la aplicación del beneficio del Patent Box.
Se plantearon distintas estructuras fiscalmente óptimas, y se analizaron los riesgos y las ventajas de acometer determinadas operaciones de reestructuración societaria, pero, sobre todo, María García, incidió en que la estructura elegida debe responder a las necesidades operativas de la compañía debiendo primar la coherencia, de modo que este incentivo fiscal encaje en el modelo de negocio de todo el grupo empresarial.